Su nombre es Diana y trabajó para Brian Epstein. Durante el verano de 1964 realizó una gira por América con The Beatles como su secretaria de gira. Desde luego debió ser el verano de su vida.
La chica, que tenía 19 años debía ser la adolescente más envidiada del mundo teniendo en cuenta la presión fanática a la que estaban sometidos los cuatro de Liverpool durante esos años de locura.
"No puedo creerlo, debo estar soñando".
Diana, de Atherstone, trabajaba para el gestor de Brian Epstein en la sede de los Beatles en Londres cuando veinticuatro horas antes de que el cuarteto de Liverpool emprendiera su segunda gira por los Estados Unidos le dijeron que "Vienes también como secretaria de gira."
Diana, que ganaba 12 libras a la semana, dijo: "Yo soy la chica más afortunada del mundo, hay miles de niñas en Inglaterra, (De hecho, todo el mundo) que darían su brazo derecho por estar en mis zapatos."
Desde el inicio de la gira casi no durmió. "Estamos corriendo de una ciudad a otra a una velocidad vertiginosa, y yo estoy tomando dictado en aviones, automóviles e incluso los ascensores del hotel."
Diana comprobaba todas las modalidades de alojamiento y atendía las cartas de admiradoras de los Beatles."Los chicos responden a las cartas hasta que pueden y en el avión me siento al lado de ellos para obtener respuestas lo más rápido posible".
"No puedo creerlo, debo estar soñando".
Diana, de Atherstone, trabajaba para el gestor de Brian Epstein en la sede de los Beatles en Londres cuando veinticuatro horas antes de que el cuarteto de Liverpool emprendiera su segunda gira por los Estados Unidos le dijeron que "Vienes también como secretaria de gira."
Diana, que ganaba 12 libras a la semana, dijo: "Yo soy la chica más afortunada del mundo, hay miles de niñas en Inglaterra, (De hecho, todo el mundo) que darían su brazo derecho por estar en mis zapatos."
Desde el inicio de la gira casi no durmió. "Estamos corriendo de una ciudad a otra a una velocidad vertiginosa, y yo estoy tomando dictado en aviones, automóviles e incluso los ascensores del hotel."
Diana comprobaba todas las modalidades de alojamiento y atendía las cartas de admiradoras de los Beatles."Los chicos responden a las cartas hasta que pueden y en el avión me siento al lado de ellos para obtener respuestas lo más rápido posible".
Diana con Paul y George
"Cuando Paul tenía dolor de cabeza en el avión, yo iba con las aspirinas y un vaso de agua, él siempre era agradecido pero yo nunca llegué a sostener su mano."
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